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Cristóbal Sánchez, defensor de los derechos humanos de los migrantes, se declaró en huelga de hambre la mañana de este domingo para exigir castigo contra los agentes migratorios y de la Fiscalía de Atención a Migrantes de Chiapas que lo golpearon y lo despojaron de su equipo de trabajo cuando tomaba imágenes de un operativo contra mujeres sexoservidoras de origen centroamericano.
El estudiante de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y organizador de la segunda caravana “Paso a Paso Hacia la Paz, inició la protesta afuera de las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en Contra de Migrantes, donde el pasado jueves también fue golpeado por orden del asistente del Fiscal, Jorge Lutman.
Sánchez dijo a la visitadora del Consejo Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Marina Cruz que su protesta es pacífica y que la principal demanda es que se castigue a los responsables de su agresión y que le sea devuelto su equipo de trabajo junto con el material de investigación sobre la explotación sexual y laboral de mujeres centroamericanas recabado en los últimos tres meses de su estancia en Chiapas.
En entrevista, el activista rechazó haber agredido a una agente del Instituto Nacional de Migración (INM) ni destruir un radio de comunicación como lo dijo la delegada de esa dependencia, María de las Mercedes Gómez Mont, ya que cuando él estaba tomando las imágenes del operativo varios policías federales y estatales lo sometieron y lo subieron con violencia a una camioneta sin logotipo, donde lo siguieron golpeando y el Ministerio Público poniéndose de acuerdo para la fabricación de los delitos que le imputarían para justificar la detención.
Según el testimonio de empleados de la cantina “Palomar”, Sánchez fue agredido por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Procuraduría General de Justicia (PGJE), que se oponían a que el defensor de derechos humanos de migrantes captara el momento en que eran detenidas sexoservidoras, tres de ellas guatemaltecas y una salvadoreña, así como tres hombres que no pudieron acreditar su legal estancia en el país.
Tres horas después de su detención, Cristóbal Sánchez fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR) por agredir a una agente del INM, romper un uniforme y causar daños a un radio de comunicación y obtuvo su libertad el pasado sábado tras pagar una fianza de 31 mil pesos.